![]() |
![]() |
El obsequio de la memoria
|
Durante el verano del 2017, mi esposo Nate, nuestros dos hijos y yo viajamos a Madrid para descubrir qué quedaba del legado de mi abuela en España. En los años 30, mi abuela había sido miembro de la élite literaria de la Segunda República Española, publicando varios libros y pidiéndole a España que valorara las contribuciones que los artistas e intelectuales latinoamericanos habían hecho a la cultura española. La Segunda República Española había sido un gobierno demócrata izquierdista que comenzó en 1931 y terminó en 1939 cuando Francisco Franco, un general conservador con conexiones a Hitler y Mussolini, ganó la guerra civil y tomó control del país hasta su muerte en 1975. Al recorrer las calles de Madrid, me di cuenta que no era posible que mi abuela hubiera dejado rastro en España porque la misma Segunda República había sido borrada de la memoria del país, o al menos de la memoria que era visible en sus monumentos y espacios públicos. Conseguimos unas cuantas fuentes en vecindarios remotos que todavía llevaban el nombre del gobierno que las construyó y el escudo de armas de la Segunda República todavía puede verse orgulloso sobre la entrada de la estación de trenes de Atocha, un recuerdo para los pocos que lo pueden reconocer.
Me impresionó la eficiencia con la cual la Segunda República había sido borrada de la memoria colectiva de España, pero no tenía idea que tantas de las atrocidades cometidas por el régimen de Franco habían sido también metódicamente escondidas. La semana pasada tuve la fortuna de asistir a una proyección de El silencio de otros, el documental de Almudena Carracedo y Robert Bahar que se ganó el premio Goya en 2018. El documental cuenta la historia de múltiples ciudadanos españoles determinados a que los crímenes del gobierno de Franco no sean olvidados. La película sigue las historias de víctimas de brutalidad policial, de madres de izquierda cuyos hijos fueron robados por doctores al nacer y dados para criar a padres franquistas y de los hijos de aquellos puestos en fosas comunes después de ser asesinados por el gobierno que buscan tener acceso a los restos de sus padres. A través de esas historias tan personales, Carracedo y Bahar nos recuerdan cuán rápidamente las atrocidades del pasado son olvidadas si un esfuerzo concertado se hace para esconderlos y cuán desafiante puede ser para activistas el despertarnos de nuestra amnesia colectiva. Sin embargo, debemos despertarnos porque la amnesia tiene alto precio, como lo vemos al España demócrata estar todavía dirigida por muchas de las mismas fuerzas que controlaron el gobierno de Franco. Mientras el mundo toma lo que sin duda será un giro temporario hacia ideales ultraconservadores nos toca recordarnos de lo que está pasando ahora para prevenir que pase otra vez en el futuro. |
Presentación sobre La época de los sollozos en un curso de asuntos públicos |
![]() |
Fui invitada a proyectar escenas de mi documental en producción La época de los sollozos en el curso “Introducción a asuntos públicos” en la escuela James Madison en Michigan State University. Los estudiantes hicieron preguntas brillantes sobre la película y sobre el foco principal que es la desaparición de mi padre en la Amazonía venezolana en 1983 y sobre la experiencia de hacer una película que habla de la hibridez cultural en nuestro presente clima político global. |
Foto desentarrada del mes |
![]() |
Durante mi estadía en España en 2017, visité el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, el único archivo que respondió a mi solicitud de manera afirmativa, diciendo que sí tenían algo bajo el nombre de mi abuela en su colección. Una archivista amable tipió “Olga Briceño” en su computadora y cuatro imágenes aparecieron. En blanco y negro y sobreexpuestas, mostraban a mi abuela recibiendo la Orden de Isabel la Católica, uno de los premios más prestigiosos dados por el gobierno español hasta el día de hoy. Reconocí las imágenes porque en mi casa tengo numerosos recortes de prensa que mi abuela había guardado de ese día. Preservados en papel quebradizo y amarillento que había cruzado varios océanos para terminar residiendo en mi sótano en Michigan, las imágenes que yo tengo tienen mejor composición y luz que las que tenían en el archivo. Era como que si lo que terminó en el archivo fueran las fotos rechazadas de una mujer venezolana elegante de poco más de 20 años que sentía que tenía el mundo a sus pies y pensaba que el mundo se mantendría allí hasta el final de sus días. Sin embargo, cuando la guerra civil se intensificó, mi abuela empacó su premio, sus recortes de prensa y sus memorias de una magnífica vida en España y huyó a Suiza, teniendo que huir una vez más tres años después cuando la Segunda Guerra Mundial explotó. Sus imágenes en el archivo parecían fantasmas de su juventud, capturadas en fotografía ahora digitalizada y esperando pacientemente a que su nieta las encontrara y despertara una historia olvidada de gloria pasajera en una república también pasajera. |
Hablando sobre las diásporas digitales venezolanas |
![]() |
Tuvimos buena participación para mi presentación titulada “Haciendo documentales feministas a través de continentes” a principios de noviembre en el Coloquio Interdisciplinario en Michigan State University. Por primera vez mostré imágenes de mi colaboración con Cristina Carrasco, la editora venezolana de La época de los sollozos. A pesar de que hemos estado trabajando en esta película por casi dos años, ella vive en Argentina y España y yo en los Estados Unidos y nunca nos hemos conocido en persona. A través de esta colaboración yo teorizo como la diáspora venezolana utiliza tecnologías digitales para mantenernos en contacto a pesar que no podemos vernos en persona con nuestra familia y amigos que están ahora regados por el mundo después de haber huido de la turbulencia económica y política por la que está viviendo nuestro país en estos momentos. |
Conéctate con nosotros en las redes sociales |
![]() ![]() ![]() |
Preguntas? Comentarios? Ideas? Respóndenos a este correo electrónico. |
![]() |
Archivo de cartas comunitarias previas |